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Test drive Porsche 911 GT3: simplemente espectacular

Son 510 caballos de fuerza gestionados de manera magistral por un cuerpo diseñado para deleitar de quien lo conduzca. Eso sí, no es tan recomendable para la calle.

Test drive Porsche 911 GT3: simplemente espectacular

En diciembre pasado recibimos una invitación de Porsche para manejar dos de los modelos más deportivos de los que tiene a la venta en Latinoamérica. Nos referimos al Cayenne Turbo GT y al 911 GT3, que entre ambos ofrecen 1.150 caballos de fuerza. Una brutalidad.

Viajamos entonces a Ciudad de México y pudimos probar ambos deportivos en carreteras abiertas, en las calles de la propia capital mexicana y, por supuesto, en un circuito cerrado, donde pudimos extraer algo del vibrante comportamiento dinámico que Porsche suele ofrecer a sus usuarios.

Del Cayenne Turbo GT te hablaremos pronto. Ahora nos concentraremos en un pequeño resumen de lo que fue nuestra experiencia con el maravilloso Porsche 911 GT3 2023.

Porsche 911 GT3: características

El 911 GT3 es junto a su variante GT3 RS que está por llegar a la región, la versión más de deportiva de la gama 911 de octava generación (992) de Porsche, aunque en su concepto es radicalmente distinto a la gama 911 en su conjunto. 

De partida no utiliza un motor turbo como el resto de los 911, sino que equipa un motor atmosférico de seis cilindros en disposición bóxer. Se trata de un 4.0 que genera 510 caballos de fuerza y 470 Nm de par a las 6.100 rpm, y que está gestionado por una caja PDK de doble embrague y siete marchas, obviamente con tracción en el eje trasero.

Fotos: Autocosmos México.

La marca indica que puede alcanzar 318 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos. En pista utilizamos en Launch Control y despegamos como si fuéramos a la luna, pero no podemos certificar que alcanzáramos ese tiempo que nos indica Porsche.

También hay cambios en los componentes mecánicos, ya que este 911 GT3 hereda la suspensión delantera de doble triángulo del GT3 RSR de competición en lugar del sistema McPherson normal en un 911. Según la marca, este esquema disminuye las fuerzas transversales sobre los amortiguadores y mejora la alineación de la rueda en todo momento. Además, tienen un ajuste más rígido. 

El 911 GT3 también cuenta con ruedas traseras direccionales para mejorar la estabilidad a alta velocidad, e incluye discos de freno ventilados más grandes (408 mm adelante y 380 mm atrás), pero a la vez más ligeros. También incluye llantas de bajo peso y nuevos neumáticos deportivos, 255/35 ZR20 en el eje delantero y 315/30 ZR21 en el trasero.

En cuanto a la estética, es mucho más agresiva con los elementos aerodinámicos a la vista, pero además permite reducir la masa al utilizar fibra de carbono en varios componentes, como el capó, los alerones y, opcionalmente, el techo. Porsche indica que este 911 GT3 produce un 50% más de fuerza descendente que el anterior GT3. 

Puertas adentro tenemos lo de siempre en un 911 GT3: una mezcla de confort y elegancia, con claros tintes de deportividad.

Por ejemplo, los asientos están tapizados en cuero y cuenta con regulaciones eléctricas, pero llevan muy bien bordado el logo GT3 en el apoyacabezas. Cuenta con varios bolsillos y espacios para dejar cosas, aunque siguen cabiendo pocas cosas ahí. Se mantiene la pantalla central del sistema PCM, pero también se muestran instrumentos específicos, como un tacómetro analógico con el corte a las 10.000 rpm. Y la palanca de cambios es más grande para poder usarla de manera más sencilla. 

Porsche 911 GT3: impresión de manejo

Tal como dijimos antes, este GT3 es conceptualmente distinto a todo el resto de la gama 911. Desde el Carrera al Turbo S son fabulosos deportivos de uso diario que se ofrecen con mayor o menor potencia, mientras que el GT3 es un deportivo puro y duro, que no entrega concesiones es pos de una mayor practicidad, y por lo mismo, su usabilidad en el día a día queda más cuestionada.

Por su configuración más extrema, no es un auto cómodo para usarlo en la ciudad, menos aún en las deterioradas calles y carreteras mexicanas (quizás en Alemania podría funcionar). Además es sumamente exigente con el conductor, generando un cansancio físico y mental después de algunas horas de uso que no recuerdo en un 911 normal.

Sin embargo, es la experiencia conductiva más intensa que puede tener en un circuito o en carreteras de montaña, y por cierto resulta ser sumamente placentera, diría que insuperable. Es un auto que genera sensaciones muy mecánicas, muy de deportivo a la antigua, algo que está en extinción en esta era de la electrónica desatada.

La suspensión no sólo es firme, sino que se siente dura en tramos gastados e incluso transmite algunos golpes que se sienten en la parte baja de la espalda (culpa del pavimento, claro, no del auto), mientras que las ruedas mandan a las manos cada imperfección del asfalto. Insisto, quizás en ciudades del primer mundo puede funcionar bien, pero acá es mejor dejarlo como juguete de fin de semana.

Además, el acceso es más complejo por lo bajo de la butaca y lo ancho del zócalo. Y si es sensible de oído, el ruido del motor y de rodadura se siente vívidamente adentro del auto.

Ahora, todas esas "molestias" se recompensan rápidamente apenas se toca el acelerador. Mientras más rápido uno lo lleve, mejor se conduce el 911 GT3, mejor ritmo agarra y más ágil se vuelve. 

El motor es excepcional y la caja lo gestiona con brillantez, para exprimir todo lo que nos puede dar un bóxer de cuatro litros aspirado, que incluso en la altura de la CDMX no siente pérdidas de efectividad percibibles (aunque sí son reales). Al pisar el acelerador a fondo se siente cómo nos empuja el cuerpo hacia el respaldo del asiento, pero con una  aceleración pareja, progresiva y muy constante.

El trabajo aerodinámico es extraordinario, y el agarre que ofrece en curvas es increíble. En cada giro que di al circuito pude meter más y más, y el auto siempre respondió dejándome la certeza de que podría haber ido mucho más rápido (en estos autos, los límites siempre están más allá de los míos). 

El 911 GT3 es rápido y muy contundente, extremadamente aplomado en curva y cuenta con una dirección tan directa, que es muy fácil girar de más al entrar en la curva. Aún así, y pese a que el motor está ubicado atrás y que la tracción es en el eje posterior, no presenta ninguna tendencia “sobreviradora”. La gracia de este 911 GT3 es lo perdonador y dócil que es al manejarlo. 

Conclusión

El 911 GT3 es, por ahora, el 911 más deportivo de la gama y su conducción es sobresaliente en curva. Es cada vez más tecnológico, lo que lo hace muy perdonador para conductores no acostumbrados, pero aún así transmite una sensación mecánica propia de los deportivos de antaño.

Tan espectacular es en circuito, que su puesta a punto para la ciudad es algo áspera, y tras varios cientos de kilómetros manejados, el cansancio físico se nota (¿estaré poniéndome viejo?). Las calles de México son malas y hay que armarse de paciencia para manejar este auto, tan bajo y seco, con mucho cuidado para así no romperlo. 

Diría tras mi experiencia que no es para el día a día, pero en ciudades más normales y calles mejores, sí que se puede llevar. No exige mucho de motor cuando se va lento, no nos va pidiendo más, y la gracia es que si se quiere, se tiene.

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