La marca sueca Koenigsegg se destaca por sus avanzadas y creativas soluciones de ingeniería, tales como motores eléctricos revolucionarios, un modelo que no tiene transmisión y hasta la idea de obtener combustible de los volcanes. Todo esto le ha permitido estar a la vanguardia en un segmento muy complicado, el de los hiperdeportivos, donde tiene vehículos galardonados con varios récords.
¿Pero sabías que Koenigsegg pensó en involucrarse en el automovilismo? En 2003, la marca comenzó con el proyecto CCGT tomando como base al CCXR, con la esperanza de competir en la categoría GT1. Para ello puso como cabeza del programa de carreras a Dag Bölenius, ingeniero y programador, mientras que el ingeniero de superdeportivos Loris Bicocchi asumió el papel de piloto de pruebas.
El primer prototipo estuvo listo para el 2007, pero las cosas salieron mal. La idea en ese entonces era construir una veintena de estos modelos para poder homologarlos y así participar en las competencias, pero a los pocos meses de presentarse el prototipo, la FIA y la ACO cambiaron las regulaciones para la Clase GT1, y en lugar de tener que construir solo 20 autos de producción durante varios años, los fabricantes tenían que fabricar 350 autos de producción por año, una cifra imposible para Koenigsegg.
Fue así como el Koenigsegg CCGT GT1 quedó como único testimonio del intento de la marca en involucrarse en el automovilismo.
Dormido quedó para siempre su V8 de 5.0 litros y 32 válvulas naturalmente aspirado con 591 Hp, acoplado a una caja secuencial. Sin embargo, se espera que con su nuevo propietario las cosas cambien.
La novedad es que esta pieza digna de museo ahora está a la venta, y como podrás suponer, no será una ganga. El vehículo se subastará durante el Festival de la Velocidad de Goodwood, con una base que rondará los US$3.800.000, y se espera que fácilmente alcance cifras cercanas a los seis millones de dólares.
Para aumentar aún más el interés, se especifica que este ejemplar está en perfecto estado de conservación y funcionamiento, ya que durante estos años se ha mantenido en una habitación con temperatura controlada en condiciones secas y oscuras, con dos ciclos de mantenimiento del motor al año, e incluso con sus neumáticos de carrera Michelin originales completamente intactos.
Si quien lo compre quiere cumplirle el sueño a este vehículo, la organización Masters Historic Racing ya lo ha autorizado para competir en la Serie Masters Endurance Legends, así que la experiencia puede ser completa.