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Así es y se maneja el nuevo Citroën Basalt

Viajamos a su presentación en Brasil para conocer en persona al nuevo crossover que debería venir a Chile en 2025.

Así es y se maneja el nuevo Citroën Basalt

El Citroën Basalt no es una novedad absoluta, la marca ya lo venía mostrando desde marzo pasado con un concept casi de producción y varios anticipos, pero ahora tenemos al modelo de verdad, recién lanzado en Brasil, y con posibilidades de venir a Chile en 2025.

Y no solo lo vimos, también lo manejamos, y sabemos los principales equipamientos de la versiones que tendrá.

¿Qué es el Basalt?

Antes de empezar, quiero aclarar una confusión bastante común que vi en comentarios de las redes sociales: el Basalt no es un FIAT Fastback con dos chevrones, ya que ambos modelos parten de plataformas distintas, CMP en el caso de Citroën, y MLA en el de FIAT.

Respecto de la nueva gama de Citroën, basada en el proyecto C-Cubed que ya nos trajo los nuevos C3 y C3 Aircross, el Basalt toma la misma base y parte frontal de ambos modelos, más que nada la estética y la distancia entre ejes larga del SUV. La gran diferencia está en el remate posterior con un voladizo largo, y un portón inclinado, que le da silueta fastback.

Si bien muchos lo ven como una “copia”, la tradición de este tipo de siluetas es amplia en Europa, y especialmente en la marca francesa (CX, GS, XM, Xantia, C6 y C4), pero además creo que es la nueva tendencia que transforma al clásico sedán en un crossover con imaginería off-road (más despeje y protectores) y lo combina con el remate que a las marcas les encanta denominar como coupé.

Resumiendo, y si bien la marca lo define como un SUV Coupé, el Basalt sería algo así como el sedán de la gama B de la marca, pero adaptado a los tiempos actuales. Otro aspecto importante, especialmente para los usuarios y seguidores del doble chevron, es el cambio de enfoque de Citroën, que ahora apunta a ser una marca de precio a nivel global.

Basalt: C-Cubed por fuera y por dentro

Ya comentamos de dónde viene el Basalt, vamos a ver sus diferenciales estéticos con respecto a la gama donde, además del remate trasero, se destacan los protectores de guardabarros de corte más recto, y el lagrimal que invade el pilar C con un formato que parece un homenaje a los Airbumps y que va pintado en rojo o arena.

Si bien parece algo corto y alto, debo de decir que el resultado final es bastante atractivo y dinámico (no deportivo) destacándose el formato del medallón de vidrio, el remate tipo cola de pato del portón y las luces posteriores, con el mismo formato que en C3 y C3 Aircross, pero más alargadas y coherentes con el diseño general.

Adentro, el diseño general es el mismo que en sus hermanos de gama, con los aditamentos más elegantes del Aircross, como la bandeja metalizada, y el decorado en tono arena en la parte grande de la plancha. La calidad de plásticos se siente low cost, pero los ensambles se notan sólidos. La profusión de portaobjetos es generosa.

En canto a pantallas, el Basalt repite el mismo equipo multimedia de ambos hermanos con 10”, tonalidades pasteles, además de Android Auto y Apple Carplay inalámbricos. El cuadro de instrumentos es el mismo del Aircross, por pantalla color de 7”, varias visualizaciones y buena información que incluye nivel de combustible y temperatura de agua siempre visibles.

Asientos traseros y maletero del Basalt

Al igual que en el FIAT Fastback, hay que tener cuidado con la cabeza cuándo se entra a los asientos traseros del Basalt, ya que el umbral es algo bajo debido a la inclinación del techo. Una vez adentro, el espacio para las piernas es muy bueno, potenciado porque se pueden pasar los pies debajo de las butacas delanteras, y para las cabezas es justo, pero con mi metro setenta y cinto de altura no toqué arriba. Ayuda a no golpear el techo el respaldo muy inclinado (27º vs. los 25° del Aircross).

Las amenidades son pocas, hay luz de lectura, portabotellas en las contrapuertas, dos puertos USB, un posavotes y los comandos de las ventanillas entre los asientos delanteros.

El maletero es grande, con 490 litros bien aprovechables, especialmente por el gran acceso que brinda tener un portón en lugar de una tapa como en los sedanes. El respaldo trasero se puede plegar en una pieza y no queda del todo plano. Debajo del piso hay una rueda de auxilio.

Equipamiento y seguridad de Citroën Basalt

La versión disponible en este contacto, la full, Shine, incluye climatizador automático y llave navaja. El resto de la dotación incluye los cuatro alza vidrios one touch, control de crucero y limitador voluntario, modo sport y cierre central, por destacar algunos.

En seguridad, el Basal incluye todo lo que pide la ley, sumando a los airbags frontales los laterales de serie. La marca habla de una estructura con bastantes refuerzos. Al C3 con la misma base, pero solo dos airbags no le fue muy bien en las pruebas de LatinNCAP veremos que pasa con sus hermanos mayores cuándo les toque su turna.

Manejo: ciudad, ruta y un poco de rally

A bordo del Basalt el panorama es bastante similar al de sus dos hermanos, el asiento se regula entre alto y muy alto, el volante solo en eje vertical, y los espejos son chicos, pero suficientes, acompañados en estacionamiento por la cámara de retroceso. Las butacas tienen poca sujeción lateral, el asiento es corto y como muy inflado, pero en general es fácil llegar a una postura donde se controla auto y visión del entorno.

Al frente del Basalt se repetirá la fórmula del Aircross, el clásico 1,6L VTi de 115 Hp y 150 Nm con caja manual de quinta, y el nuevo T200, de tres cilindros, 1.0L, inyección directa de gasolina y distribución cadenera que genera 120 Hp y 200 Nm, mismo torque que un 2.0L pero con el pico desde las 1.700 rpm. La caja del segundo motor es exclusivamente CVT con posibilidad de simular 7 cambios con comando secuencial de la palanca.

En marcha el sonido y vibraciones del motor están bien contenidos, solo es audible a alto régimen y la CVT hace que el andar sea fluido. Mi queja está en los pisotones bruscos a baja velocidad donde tarda en reaccionar y cuándo lo hace sale como chicotazo. La dirección es rara en baja velocidad, sobreasistida y con cierta inconsistencia cuando sale del centro, pero con buen peso y “puntería” en velocidad.

Salimos del siempre trabado tránsito urbano de Sao Paulo y nos recibieron las mismas amplias rutas de siempre. Esperaba que el Basalt se bamboleara más, pero va bien en recta, y es bastante silencioso, aunque la rumorisidad en la cabina depende mucho del asfalto. A 120 km/h reales el velocímetro indica unos 126 y la CVT se encarga de llevarlo debajo de las 2.500 rpm.

Como bonus, el viaje nos entregó unos 10 kilómetros de tierra, con saltos, badenes y lomos de burro. En ese momento mi colega y amigo Norberto Lema estaba al volante y decidió hacer un poco de rally. El resultado fueron varias alertas de mi parte, pero un andar confortable y ausencia de golpes, ya sea por el correcto talón del neumático (265/60 R16) como por el amplio despeje de 208 mm y calibrado de suspensiones.

Norberto solo se quejó que parecía quedarse sin potencia en las trepadas de tierra debido a que el control de tracción entraba en acción matando al motor.

Citroën Basalt: conclusiones

Muchos van a denostar a este modelo al verlo como un nuevo imitador del X6, pero salvando las distancias de segmento y precio, acá hay una gran diferencia, este modelo es más un sedán con piel de aventurero y remate fastback, que un SUV que se hace pasar por coupé. Si lo vemos así, encuentro un crossover muy práctico, con buen espacio interno y gran maletero, al que además es fácil accedes gracias al protón trasero.

Respecto de la estética, cada uno sabrá si le gusta, a mi me parece que quedó como apretado, pero está fachero en términos generales y es el más lindo del nuevo trío de Citroën. En cuanto a la calidad, ya sabemos que la marca tiene un nuevo enfoque, así que la evaluación final dependerá del precio de venta.

El Basalt es el tercero de los nuevos modelos regionales de Citroën, de los cuales sólo ha llegado el C3 a Chile. Debería arribar junto al Aircross durante 2025 (dependerá de su nuevo importador, Stellantis), y en este caso, reemplazando al viejo C-Elysee. 

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