Muchas veces nos cuesta entender esta manía que tiene la industria china de lanzar y lanzar marcas nuevas, como quien se cambia de camisa. Pero cuando uno mira el Tank 300 que se estrenó en Chile en diciembre pasado, entiende que a veces son necesidades más que obsesiones.
El Tank 300 es el primer modelo de la nueva marca o submarca, ya definiremos eso más adelante, del Grupo Great Wall Motors. Un grupo que hiciera debutar a la industria china en Chile allá por 2007 con sus primeros SUVs, y que luego se especializó en camionetas.
La separación de Haval como marca significó ofrecer modelos de más alto estándar de calidad, diseño y tecnología, y con Tank, la marca apunta a ofrecer vehículos más capaces y especializados. Sí, Tank no tiene nada que ver ni con las pick-ups de Poer, ni con los SUVs de Haval, ni con los eléctricos de Ora, por lo que merecía tener su propia marca.
Volvamos al Tank 300, primer modelo de la nueva marca, que se estrena en versión única y con precio de lista de $32.990.000. ¿Los vale? Ya lo veremos.
Tank 300: características generales
Este todoterreno de diseño tradicional y cuadriforme mide 4.760 mm de largo, 1.930 mm de ancho, 1.903 mm de alto y tiene 2.700 mm entre ejes. Si lo tuviéramos que comparar con algunos de sus posibles competidores, es algo más grande que un Subaru Forester y un Nissan X-Trail, aunque ambos tienen más distancia entre ejes.
Al ser un vehículo enfocado en el off-road, el 300 ofrece muy buenas características, como un despeje de 224 mm, una capacidad de vadeo de 700 mm, y ángulos de ataque y salida de 33 y 34 grados, respectivamente. Haciendo otra comparación, pero ésta más odiosa (ya que ninguno es realmente su competencia), el Jeep Wrangler lo supera en todas las medidas, pero el Tank es mejor que un Toyota Land Cruiser Prado y que un Ford Bronco Sport.
En cuanto a diseño y estilo, el Tank 300 ha seguido la línea de modelos con espíritu retro, incluyendo algunos elementos inspirados en los Ford Bronco y Mercedes-Benz Clase G. Tiene una silueta más suavizada y depurada, lo que le da una identidad propia, menos "maceteada" que la del Bronco y bastante más moderna que la del Clase G. Por supuesto que tiene una rueda trasera colgante, parachoques robustos, barras en el techo y pasos de rueda acampanados.
Incorpora luces full LED, ganchos de remolque, llantas de 17" y pisaderas, entre otros. Si quieres conocer en detalle el nivel de equipamiento exterior e interior, te recomendamos leer nuestra nota de lanzamiento.
En cuanto a la mecánica, el Tank 300 es impulsado por un motor 2.0 Turbo de inyección directa, que entrega 217 Hp y 380 Nm y se asocia a una caja automática de 8 velocidades fabricada por ZF. Las buenas colaboraciones de la marca se aprecian también en el sistema de tracción fabricado por Eaton (cuenta con reductora, bloqueo electrónico del eje delantero y trasero), con modos 2H, 4H (con modo normal y nieve), 4L (con modos normal, baches, roca, montaña y barro) y Modo Experto (completamente configurable).
El chasis cuenta con suspensión independiente delantera (de doble bandeja) y trasera con eje rígido y tirantes, y ofrece tres modos de manejo y tres calibraciones para la dirección, además de un funcional asistente de giro (TAB), el cual permite acortar el radio de viraje frenando la rueda interior.
Tank 300: impresiones del interior
Cuando Great Wall presentó Tank, la definió como una marca especialista de gama alta, por lo que sus interiores tratan de estar acorde con esta definición. Pero tal como dijo Jorge Beher en la presentación del modelo, es un auto "que se precia de ser off-road, pero cuyo interior es tan elegante y cuidado, que no nos atreveríamos a jeepearlo como corresponde. Si estas buscando un auto para ir a los lugares más recónditos o si quieres emular el Camel Trophy, este no es el indicado. Pero si te gusta el Overland, la aventura más seca y viajar harto por caminos rotos, lo vas a disfrutar".
Vamos al diseño del tablero, que es horizontal, con salidas de aire tipo "turbina", una barra para afirmarse frente al copiloto, y un panel panorámico empotrado con las pantallas digitales para clúster e infoentretenimiento, ambas de 12,3".
Justo por debajo nace una consola central ancha y alta (el "puente chino" como lo bautizó Hernando Calaza, editor de Autocomos Argentina), con una palanca para la transmisión tipo joystick muy vistosa y moderna, y que aglutina a su alreredor algunas perillas y botones relacionados con la movilidad, incluyendo la selectora de tracción y la de los modos de manejo.
La percepción del Tank 300 es buena, muy buena para ser sincero, siendo uno de los modelos de origen chino que más me han gustado en esta materia. Hay materiales de gran calidad, metales pulidos, cuero con prespuntes a la vista, polímeros blandos al tacto, sin dejar pasar los guiños a los modelos 4x4 tradicionales, como los pernos a la vista y las agarraderas en los pilares.
Y todo ello se combina con mucho equipamiento suntuoso, como climatizador bizona con purificador, acceso y encendido keyless, volante de cuero multifunción y calefaccionado, asientos eléctricos climatizados y con función de masaje para el conductor, luces ambientales, etc.
Nuevamente, si quieres conocer en detalle los equipamientos del Tank 300, remítete a nuestra nota de lanzamiento.
Hablemos de conectividad, ya que puede ser éste el punto menos lucido del Tank 300. Cuenta por supuesto con conexión a Apple CarPlay y Android Auto, pero es vía cable, y a este nivel de precio debería ofrecer conectividad inalámbrica. Para suplir eso cuenta con tres puertos USB de tipo A, uno de tipo C.
Al igual como ocurre con Haval y Poer, el sistema de infoentretenimiento del Tank es rudimentario en su interfaz, y algo torpe en su gestión. No es amigable ni intuitivo, tiene muchas pantallas y exige varios pasos para llegar a la meta, y además es es todo táctil, lo que no siempre resulta tan cómodo.
Vamos a la seguridad, donde el Tank sí destaca: cuenta con seis airbags, control de tracción y estabilidad con sistema antivuelco, control de descenso, sensores con cámara en 360°, y 8 asistencias a la conducción, las más importantes y comunes.
La habitabilidad en el Tank 300 es sobresaliente, fruto de sus casi dos metros de ancho por 1,90 metros de alto. Caben tres personas en las plazas traseras, con buen espacio para cabeza, rodillas y pies. El asiento central es plenamente utilizable, aunque penaliza algo el confort producto del apoyabrazos de la plaza central.
El maletero, en tanto, ofrece 400 litros de capacidad, dejado ocultas bajo el piso las herramientas para el cambio de rueda. Vale recordar que el repuesto va colgado del portalón trasero. Este abre en 90 grados, haciendo muy fácil los procesos de carga y descarga.
Tank 300: impresiones de manejo
Ya hablamos de la mecánica: un 2.0 Turbo con 217 Hp y muy buenos 380 Nm de torque, disponible desde las 1.800 y hasta 3.600 rpm, gestionados por una caja automática de 8 marchas. Cuenta con caja de transferencia electrónica con modos 2H, 4H y 4L, bloqueo de diferenciales delantero y trasero, además de varios modos de manejo según tipo de terreno que vienen preconfigurados.
Partamos desde la posición de manejo, y ya desde aquí se entiende que se trata de un SUV grande, con un asiento puesto alto y buena visibilidad hacia todos lados, lo que ayuda mucho considerando que los guarbarraos están extendidos.
La primera sensación de manejo es que el Tank 300 es un auto pesado, y lo es con sus 2,5 toneladas de peso bruto vehicular. Tiene algunos movimientos inerciales más marcados y no es tan rápido de salida, lo que se exacerba por un pequeño turbolag del motor que se siente con las primeras aceleraciones, antes de que despierte el turbo. Y eso hace que se perciba como si estuviera aletargado en las salidas.
En el día a día no molesta para nada. Además, jugando con el modo Experto que nos propone el modelo, podemos preconfigurar el auto a nuestro gusto, con una respuesta del motor más alegre e instantánea.
El motor está más que correcto considerando el tipo de auto, con bastante torque por debajo de las dos mil vueltas, lo que hace que, tras el turbolag, se sienta vital y empuje con desición. Tampoco presenta problemas en subidas. Nosotros trepamos hasta Lagunillas, situado a 2.200 metros de altura, y se comportó fantásticamente. Realizamos varias trepadas por tierra suelta y el torque empuja lo suficiente, pero no basta con eso, ya que tanto la capacidad tracción como la articulación son muy buenas.
Para el lanzamiento del Tank 300, realizado en el sur de Chile, nuestros colegas de Autocosmos pudieron vadear corrientes, andar por la arena y conducir sobre terrenos fangosos sin problema alguno, no sólo mérito de la tracción, que por cierto, permite bloqueo de ambos diferenciales, sino también por la capacidad de entregar mucho par cuando se necesita. Un buen modelo off-road, sin duda.
Hablemos de la suspensión, que es soberbia, aguantadora del uso intenso, pero además, está bien equilibrada entre el aplomo necesario en condiciones de asfalto (ciudad y carretera), el largo recorrido de amortiguación que merece un todoterreno, y la capacidad real de amortiguar. No sentí golpes cuando la maltratamos (y lo hicimos), no percibí rebotes molestos, y sí hay un lógico rolido de la carrocería cuando se le fuerza en velocidad. Pero es lógico en un auto así.
Olvídese de los lomos de toro, porque ni los vas a sentir. No golpea ni en comprensión o extensión, y eso es bastante único en el origen. Son amortiguadores de buena calidad que nos da un buen confort de marcha siempre.
La cabina está bien insonorizada, y pese al tipo de neumáticos que usa, no hay ruido de rodadura ni de motor, aunque algo de sonido aerodinámico propio de este diseño tan robusto sí se filtra. Así, es un modelo que invita a realizar muchos kilómetros de paseos sin cansancio.
Una muy buena propuesta para un uso diario y para largos paseos. El único problema es el consumo. En modo Eco nos dio poco más de 8 km/litro, en nuestro ciclo urbano moderno llevamos el promedio a 8,8 km/litro, pero también hubo momentos de uso duro en que bajamos los 7.
Tank 300: conclusiones
Yo no soy fan de estos modelos tan 4x4, pero este Tank 300 me gustó mucho por su versatilidad. Es muy capaz en el mundo off-road, muy grato para la ciudad y excelente en viajes y paseos.
La suspensión aguanta mucho, y el motor es excelente en su entrega, aunque no tanto en su consumo.
Y el precio gustará más o menos. Para muchos, 33 millones no es accesible, pero considerando el tipo de modelo y su nivel de equipamiento, resulta una gran alternativa por todas las buenas sensaciones que nos dejó.
Test drive Tank 300