Desde su lanzamiento en 2016, Kicks se convirtió en la apuesta más segura de Nissan en Latinoamérica. Y no era para menos. Se trataba de un SUV compacto (el segmento de moda), diseñado y desarrollado en Brasil (con un concept previo develado en 2014), pensado para satisfacer los gustos de toda la región, con una buena mecánica, y un equipamiento a tono para la época, que se mejoró sustantivamente con el pasar de los años.
Pero rápidamente, en Nissan se dieron cuenta que habían lanzado un unicornio, uno de aquellos modelos que traspasa fronteras y se convierte en un estandarte global. Y eso explica que desde su inicio de producción hayan salido casi 1,2 millones de unidades del modelo desde las plantas de Aguascaliente y Resende (836 mil de México y 360 mil de Brasil), de los cuales, 630 mil se han comercializado en Latinoamérica.
El Kicks, que fue actualizado en 2020 y llegó a Chile a inicios de 2021, es uno de los referentes comerciales en el segmento SUV-B y el modelo más vendido por la marca en el cono sur (Argentina, Brasil, Chile y Perú). Sólo en Chile representa el 25% de las ventas de la marca.
Los Kicks de primera generación y el nuevo.
Pero el modelo ya tenía ya sus años a cuesta y la marca nos debía una nueva generación. La pandemia retrasó un poco los tiempos, pero su desarrollo comenzó tras los encierros y el Kicks de segunda generación se develó oficialmente en abril pasado durante el Salón de Nueva York pensando en ser modelo 2025.
Lo llamativo son los cambios fundamentales que tuyo este proyecto en relación con el proyecto fundacional del Kicks. Primero, esta segunda generación será global desde el inicio y no sólo regional, por lo que en su concepción de tomaron en cuenta los gustos particulares de los estadounidenses. Que se haya presentado en Nueva York y se venda primero en ese país deja a las claras donde estará el foco comercial para Nissan.
Y segundo, el proyecto cambió de manos, desde Resende a Aguascalientes, con México liderando toda la concepción del modelo en desmedro de sus colegas brasileños, y dando el puntapié inicial a su producción, lo que ocurrió en septiembre pasado, mientras que en Brasil recién se producirá desde el segundo semestre de 2025.
Si aun recordamos el debut del Kicks en el marco de los Juegos Olímpicos 2016 con Río de Janeiro de fondo, pues bien, en el futuro recordaremos el Salón de Nueva York y la Planta de Aguascalientes 1.
El nuevo Kicks y sus mejoras
Al ser un modelo que apunta a Norteamérica y los mercados globales de Nissan, el Kicks no podía quedarse tan chico. Debía crecer, modernizarse y hacerse más atractivo para todo tipo de clientes. Y lo principal, volverse competitivo en el nuevo segmento de moda: el de los SUV C-, que es donde están apuntando las marcas últimamente.
El nuevo modelo mide ahora 4.365 mm de largo, 1.800 mm de ancho y tiene 2.655 mm entre los ejes. Así, es 70 mm más largo, 10 mm más ancho y tiene 35 mm más entre los ejes. Y esto, según la marca, implica ganar 26 mm para las piernas en las plazas traseras.
Vale decir que el nuevo Kicks es tanto más grande que su antecesor, que Nissan decidió mantener en producción al viejo Kicks, el que recibirá el apellido Play, y seguirá comercializándose en Latinoamérica como SUV de entrada y por mucho tiempo más.
“El nuevo Kicks es más grande, tiene un motor con más potencia, cuenta con más y mejor tecnología… Hay suficiente espacio como para mantener los dos vehículos con vida”, indica Guy Rodríguez, presidente de Nissan Latinoamérica.
Volvamos al Kicks II, que para su reconstrucción utiliza una nueva plataforma para el modelo: la modular CMF desarrollada inicialmente por Renault, y que se usa en modelos tan variados como los nuevos Captur y Duster de Renault, y también en los Juke y Qashqai de Nissan.
Los especialistas del proyecto en Aguascalientes indican que es una plataforma nueva específica para Kicks, pero sabemos cómo funcionan los egos. Seguramente hicieron muchas mejoras a esta base archi probada, y se atreven a decirle nueva. Nosotros diremos que es una CMF sumamente mejorada.
Entre las mejoras se encuentran nuevos soportes de motor, más puntos de soldadura y refuerzos estructurales, y que se grafica en un aumento de la rigidez torsional superior al 20%, si se compara con el viejo Kicks.
La marca resalta que en el desarrollo siempre se tuvo el objetivo de mejorar el balance entre confort y agilidad, por lo que desarrolló una nueva arquitectura de suspensión trasera, incorporó una nueva generación de la dirección EPS, e incrementó la superficie de mordida de los frenos de discos.
Con esto gana precisión, disminuye en rolido y los cabeceos de la carrocería, hay menos vibraciones, una mejor insonorización y el auto tiene un comportamiento más aplomado y seguro. Y para las versiones a comercializarse en Latinoamérica, Nissan ha incrementado la altura libre al suelo desde los 200 a los 213 mm para mejorar su funcionalidad en caminos de mala calidad.
También es nuevo el motor, una decisión que podría ser considerada polémica no por el cambio en sí, sino por el bloque elegido para reemplazar al viejo cuatro cilindros de 1.6 litros del Kicks, que erogaba 118 Hp y 140 Nm de par.
Nissan eligió al mismo MRK2 (derivado del MR20) que ya utiliza el Sentra. Se trata de un 2.0 litros aspirado, que entrega 142 Hp y 190 Nm de par, y que el igual que la generación anterior, se gestiona a través de una caja automática CVT, con modos de manejo Eco, normal y Sport.
Si bien se fabricarán versiones AWD para Estados Unidos, no estará disponibles en Latinoamérica, al menos por ahora.
Sí, son 24 caballos y 50 Nm adicionales los que ofrece el nuevo Kicks, pero ¿será suficiente para captar a los clientes que tienen múltiples ofertas turboalimentadas? Los ingenieros de la planta nos dicen que teniendo este motor disponible no hacía necesario tomar otro, como el 1.3 Turbo que monta el Qashqai. También, reconocen, que la idea siempre fue controlar los costos.
Cuestión de gustos
De seguro que el nuevo Kicks generará muchos comentarios respecto de su diseño, con formas más cuadradas y un estilo considerablemente más robusto y maduro. Y es que uno de los puntos altos del viejo Kicks era su estilo lúdico y juvenil, a la brasileña podríamos decir, y el contraste con este estilo más americanizado es evidente.
Las nuevas líneas buscan resaltar la musculatura y su reposicionamiento más hacia arriba en el segmento SUV
Al frente destaca una parrilla enorme, que a su vez envuelve los faros LED y las luces de conducción diurna. Estas, por su parte, toman forma en cuatro líneas horizontales debajo de las unidades principales. Es claramente una estampa más moderna y madura.
El juego de colores es esencial para resaltar sus formas, por ello la parrilla va totalmente oscurecida, mientras que la carrocería también puede seguir usando combinaciones bitono.
En los costados veremos líneas mucho más simples, con una ligera línea de expresión. Al igual que en otros modelos de la marca, los pilares B y C se han oscurecido para dar una ilusión de techo flotante.
La parte trasera toma formas mucho más cuadradas, con un portalón casi recto y un nuevo diseño de faros, que se unen al centro por un marco en negro brillante. Como todo buen “SUV” lleva un fuerte tratamiento de elementos en plástico negro y otros en color plata, que simulan ser protectores de bajos.
Puertas adentro, Nissan ha buscado darle mayor refinamiento al interior con un diseño más simple y enfocado en el conductor, pero con mejores evidentes en los materiales y la percepción de calidad.
Esto lo notaremos especialmente en zonas de tacto que son acolchadas. Hay nuevos contrastes de color en la consola central y en las costuras para resaltar sus formas.
En las versiones de acceso, la pantalla central será de 7”, mientras que en las más completas serán de 12,3”, mismo tamaño que llegará para el cuadro de instrumentos digital, que se centra en un mismo marco para dar la ilusión de ser una gran pantalla continua. Y a ello se suma un climatizador digital controlable desde una banda táctil en el tablero.
El sistema de infoentretenimiento ofrecerá una interfaz más amigable y con íconos más grandes, además de Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos y puertos USB A y C. Dependiendo de la versión habrá tapizado en cuero y asientos Zero Gravity con ajustes eléctricos, freno de mano eléctrico, puerto de carga inalámbrica, audio Bose con 10 parlantes (incluyendo en cabezales), portalón con apertura eléctrica y un enorme techo panorámico de 798 mm de diámetro.
Y en materia de seguridad, los seis airbags serán de serie, habrá sensores delanteros y traseros con cámara de retroceso y perimetral, y las tradicionales ADAS de Nissan con más de una docena de asistencias, incluyendo freno autónomo de emergencia con detección de peatones, asistente de mantenimiento de carril, monitor de punto ciego, alerta de tráfico cruzado trasero, control de velocidad crucero adaptativo, entre otros. Ojo, la marca indica que varios de ellos vendrán de serie.
Kicks, toma de contacto
Cuando viajamos a México para presenciar el inicio de producción del modelo, pudimos realizar una pequeña toma de contacto con el nuevo Kicks, y los cambios de los que hablan los ingenieros se sienten claramente.
El recorrido no fue largo y se realizó en una pista de pruebas al interior del complejo Aguascaliente, donde pudimos acelerarlo a fondo, doblar en velocidad y sentir las mejoras del chasis.
La sensación de auto más premium se siente con sólo subirnos. Buenos materiales, construcción sólida y un diseño que resalta el equipamiento, ayudan a explicar un precio que, asumimos, será más alto.
El asiento es extraordinario, muy cómodo, y la posición de manejo se encuentra fácil. Y con sólo empezar a rodar nos damos cuenta de que está mejor insonorizado, que no transmite casi vibraciones, y que en definitiva, la cabina es más silenciosa.
El motor es claramente más poderoso que el anterior, pero nada explosivo. Tampoco es tan potente, y la gestión de la caja CVT atenta contra cualquier intento de exprimirlo. Sigo pensando que el motor 1.3 Turbo del Qashqai le quedaría mejor, pero al menos en Chile este bloque de dos litros le caerá bien. Empuja y es eficiente.
La nueva suspensión aporta mayor calidad de rodado y suavidad, ya que el Kicks es claramente más confortable. Si el viejo Kicks se sentía más vivo, más ágil y entregaba más sensaciones, acá queda todo más absorbido por esta nueva construcción, lo que redunda en una mayor calidad de manejo. Es estable, sencillo de llevar y más deseable, sin duda.