Lexus amplia su gama de modelos eléctricos con el RZ 450e, un SUV emparentado directamente con el Toyota bZ4X, y que se ha desarrollado desde cero para ser exclusivamente eléctrico.
Esto quiere decir que no se trata de un vehículo convencional adaptado a la energía eléctrica de la batería, como sucede como el UX 300e, el primer auto eléctrico de la marca.
Aprovechando el know-how en el desarrollo de vehículos electrificados, el Lexus RZ 450e equipa una serie de innovaciones como es la transmisión DIRECT4, que combina la utilización de dos e-Axle en los ejes delantero y trasero, con un control del par independiente en cada una de las ruedas.
Este sistema inteligente tiene el objetivo de equilibrar constantemente la tracción de las cuatro ruedas, distribuyendo de forma automática y perfectamente la fuerza de tracción
Mientras que el motor delantero produce 150 kW, el trasero entrega 80 kW, lo que da una potencia total de 230 kW (313 Hp).
También equipa el sistema One Motion Grip, que combina el volante Steering Yoke (un volante achatado estilo nave espacial), con un sistema de dirección Steer-by-wire. Por medio de estas tecnologías no hay conexión mecánica ni la tradicional columna de dirección. En su lugar se usa una conexión eléctrica para enviar las señales del volante a las ruedas. El resultado es una respuesta instantánea y un control de la dirección más preciso.
Una muestra de que esta tecnología provoca que se requiera menos esfuerzo por parte del conductor, es que solo se necesita un giro de 150 grados para hacer un giro completo a la izquierda o hacia la derecha, es decir, que no hay necesidad de dar giros de mano sobre mano.
Además, la calidad de conducción está asegurada gracias a una nueva plataforma utilizada por primera vez y exclusiva para vehículos eléctricos, que confiere una excelente rigidez de la carrocería, un bajo centro de gravedad y una gran distancia entre ejes.
En el chasis, bajo el suelo del habitáculo, va plenamente integrada una potente batería de ion de litio de 71,4 kwh, cuya calidad se ha controlado al detalle para garantizar un rendimiento sostenido a largo plazo.
Estéticamente, el exterior reinterpreta la carrocería con el concepto “Spindle Body”, dejando ver la evolución de la parrilla de doble punta de flecha característica de Lexus, ahora aplicada a toda la carrocería del vehículo.
Por su parte, el interior es un espacio minimalista y abierto, al tiempo sencillo y lujoso, que expresa confort y atención al detalle. Destaca el techo panorámico con regulación de la luminosidad y calefacción radiante para conductor y pasajero.
Este Lexus marca el inicio del objetivo de ser una marca 100% eléctrica a nivel mundial para 2035 y en Europa para 2030.