En abril pasado visitamos las dependencias principales de Great Wall Motors en Baoding, y pudimos conocer de primera fuente los proyectos en carpeta que la marca tiene para Chile. Y entre varios modelos que han ido llegando a nuestro país, como el Haval Jolion Pro y el Tank 500, estaba la renovación de la Poer, que por entonces estaba recién lanzada en China.
Y ahora que volvimos a la sede central de la marca en Baoding pudimos conocer más en detalle lo nuevo que traerá la pick-up mediana cuando desembarque en Chile en 2025, seguramente en el primer trimestre. Incluso pudimos probarla, aunque como suele ser en China, dos vuelta para allá y dos para acá, y no mucho más que eso. No hay que decir lo importante que es esta actualización para nuestro mercado. Al mes de agosto, la Poer es con la tercera pick-up más vendida de Chile con 3.880 unidades, superada sólo por las súper ventas Hilux y L200, pero encabezando una lista de reputados contendientes. Podemos decir que es la mejor del resto.
La nueva Poer 2025 no es una camioneta totalmente nueva, sino una actualización de diseño exterior e interior, y en este caso puntual, una adición mecánica relevante con un nuevo motor turbodiésel de cuatro cilindros y 2.4 litros, que se sumará al actual 2.0 litros de 161 Hp y 400 Nm de torque. Este bloque ofrece 180 caballos de fuerza y 480 Nm de par (entre 1.500 y 2.500 rpm), y se acoplará, además, a la nueva transmisión automática de 9 velocidades, que se estrenara en Chile en el Tank 500. La idea de la marca con este nuevo tren motriz es ofrecer una pick-up 4WD (con sistema desarrollado por Borg Warner con modos 2H, 4H, Auto y 4L), automática, totalmente equipada, y con potencias semejantes a los modelos japoneses más relevantes.
Rediseño exterior
El rediseño exterior se aplicará a toda la gama de Poer, y es bastante visible, siguiendo los lineamientos de la Poer Plus lanzada a inicios de 2021. En este caso, resalta una parrilla cromada de bordes muy gruesos y cuatro barras horizontales en lugar de tres, dejando en el centro en conocido logo Poer, pero más grande.
Los faros siguen siendo los mismos, aunque con un diseño interior en LED nuevo, y lo mismo ocurre con el parachoques que fue totalmente rediseñado con protecciones bajas cromadas, neblineros circulares y tomas de aire horizontales.
El capó también se ve nuevo, más protuberante en la zona central, dando una sensación de mayor musculatura, mientras que la silueta se ve más o menos igual, salvo por las llantas que son bitono.
Atrás sí hay cambios, en todo salvo en los faros, que son LED. El portalón fue rediseñado, se reemplazó el logo Great Wall por el de Poer, y hay nuevos parachoques.
Como la base sigue siendo la misma, las dimensiones de la Poer 2025 no cambian respecto del modelo actual: 5.416 mm de largo, 1.947 mm de ancho, 1.886 mm de alto y 3.230 mm entre ejes.
Con hasta 1.050 kilos de capacidad de carga, cuenta con un pick-up que mide 1,52 metros de largo por 1,52 metros de ancho por 54 cm de altura.
Rediseño interior
Puertas adentro sí que se aprecian muchos cambios en la Poer, aunque es posible que no todo lo que les voy a relatar alcanzará a todas las versiones, ya que algunas tendrán menos equipamiento. Pero para todas habrá una nueva consola central, nuevo tablero, nuevo volante y nuevos asientos, y sobre todo, una gran apreciación de calidad que, en las versiones chinas con tapices anaranjados y marrones, resulta claramente visible.
Partamos por el tablero, que estrena una enorme pantalla centra puesta en voladizo, que reemplaza la pantalla empotrada presente hasta ahora. No nos dijeron las dimensiones, pero apostamos al menos por unas 15 pulgadas. La marca dejó una hilera de botones de acceso a varias funciones del climatizador, pero el resto habrá que hacerlo directamente en la pantalla, ya sea con mandos por voz o con la vieja costumbre de tocar.
Según dijeron, tendrá conectividad inalámbrica a Apple CarPlay y Android Auto, cámara en 360° y una zona de carga inalámbrica y dos puertos USB puestos al final de una rediseñada consola central, que si bien mantiene la organización de la Poer actual, rediseña todo: palanca de cambios, botones, y mando central. El volante también es nuevo, y frente a los ojos hay un clúster digital con el formato de tablet, que se está poniendo muy de moda en la industria china.
Nuevas salidas de aire horizontales, nuevo diseño de puertas, asientos con mejor sujeción y más espuma. Atrás se añaden dos puertos USB y salidas de aire independientes.
Impresión de manejo
Ya dijimos, una acelerada a fondo primero, algo de eslalom en velocidad después, algunas frenadas, y vuelta tratando de ver cuánto ruido entra a la cabina. Así piensan en China que se hacen las pruebas de manejo, pero no. Esta primera pasada nos permitió ver el buen despegue que tiene la Poer 2.4, y la curva de aceleración constante que tiene hasta las 2.500 rpm, más o menos. Es rápida y tiene una buena respuesta, ayudada por sus 480 Nm de par. Es bastante estable, pero la Poer lo ha sido siempre, y me pareció agradable de manejo. Nada que nos sorprenda de esta camioneta.
Luego pudimos probarla por segunda vez, ahora acelerando suavemente y manejándola como se suele hacer en la calle, y me parece que es una camioneta perfecta para quienes buscan algo más recreativo. En aceleración no se siente muy ruidosa, pero algo se filtra hacia el interior. Y además, nuestro amigo chino decidió bajar la ventana y eso sería todo con esa evaluación.
El asiento es muy confortable y la experiencia digital pinta bien, aunque no hubo tiempo de meternos en la pantalla. La idea de Inchcape es llevar una versión única de la nueva Great Wall Poer 2.4, que será la tope de gama, y apuntará a competir con los modelos más equipados de las marcas japonesas, ya sea por el consumidor final como en las flotas.
La nueva Poer está por caer en Chile. Desde la marca no quieren adelantar una fecha más exacta ya que temen pueda ralentizar la salida de las partidas de la Poer actual, pero de que llegará pronto, llegará pronto.